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¿Vino con qué se puede acompañar?

Enrique Collazo
Enrique Collazo
2025-09-29 11:12:02
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Los vinos muy astringentes van de fábula con platos muy grasos. Las notas ácidas o cítricas en según qué recetas piden a gritos tintos o blancos con acidez para resaltarlas. Con los picantes no hay más remedio que poner alguna referencia golosa. Hay platos que van muy bien con el vino y que se maridan casi por sí solos y hay otros, los menos, que exigen destreza, conocimiento e intuición por parte del sumiller. Los quesos grasos empatan de mredo con los vinos tintos más astringentes. El chuletón soportará vinos con algo de barrica, para que sus notas de madera acompañen la carne hecha al punto. Un vino blanco joven y fresco siempre es el acompañante ideal para no empañar su sabor a mar. Vinos tintos potentes y estructurados suelen ser los más indicados, por su concentración de taninos, para lidiar con la grasa y la untuosidad del plato de cuchara. Los estofados de pollo o pavo admiten rosados o blancos ligeramente afrutados. Con las piezas de caza y dependiendo de la potencia de la preparación, podemos irnos incluso a tintos crianza o reserva. La solución aparece cuando en el plato hay más elementos, como jamón, lo que esconde la cinarina y permite la entrada en escena de tintos ácidos y frescos. Cualquier vino fresco, ya sea blanco o rosado, es la mejor opción y, si los espárragos llevan alguna salsa cremosa o van acompañados de carne o de pescado en forma de revuelto, mejor que mejor. Vinos blancos con un poco de barrica que puedan contrastar la potencia del aliño. Optar por un cava o un blanco con notas minerales puede ser una buena idea. Aquí podemos optar por un vino dulce en el caso de chocolates con leche o blancos, para hacer un maridaje por afinidad. Un oporto también nos servirá si el chocolate con el que lo acompañamos es más amargo.
Rubén Gil
Rubén Gil
2025-09-29 11:01:55
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El vino tinto es delicioso y más versátil de lo que pensamos, por eso resulta la principal elección para quienes desean disfrutar de una copa en compañía de amigos o de su pareja. Unos de los aperitivos clásicos para acompañar el vino tinto son los quesos curados, cuyo sabor e intensidad combinan perfectamente con esta bebida. Puedes optar por alternativas como: Quesos azules o Roquefort que van muy bien con tintos más pesados. Queso manchego o provolone que combinan perfectamente con los vinos Cabernet. Un buen parmesano que va genial con cualquier tinto. El Cheddar de intenso sabor que combina a la perfección con los Merlot. También puedes servir cremas de queso para untar y variar un poco los aperitivos. No hay duda de que combinar un buen vino tinto con embutidos de calidad es una decisión más que acertada. De hecho, basta con servir en la mesa algunos quesos y dos o tres embutidos para tener los mejores aperitivos para el vino tinto sin mayores complicaciones. Entre los embutidos puedes elegir alternativas como: Jamón serrano, Chorizo de buena calidad, Lomo embuchado, Salami, Salchichón, Cualquier embutido de alta calidad que sea de tu preferencia.

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Paula Solano
Paula Solano
2025-09-29 11:00:38
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El orden de los vinos obedece las siguientes reglas: los más jóvenes antes que los añejos, los ligeros antes que los más potentes o alcoholizados, los frescos antes que los templados y los secos antes que los dulces. De todos modos esta regla se puede romper de forma juiciosa, en especial al comienzo o final de cada comida. La única regla común en el orden de servicio de los vinos es que no hay regla, sino una lógica física que atiende a las reacciones de nuestro paladar y nuestro olfato ante los estímulos de los vinos. El maridaje de los vinos y los alimentos quiere decir unión, la alianza que se establece entre un vino y un determinado alimento en el que ambas partes salen ganando produciendo una gama de sensaciones que van de la más simple a las verdaderamente inolvidables. Antes de comer se suelen tomar vinos fríos o vinos con carácter y en pequeñas cantidades para que el paladar se concentre en los platos que llegarán a continuación. La ocasión puede influir mucho en el vino, en verano nos dejamos tentar por vinos blancos frescos y afrutados, mientras que en invierno se prefiere el calor de un tinto robusto o un blanco con carácter. Con un vino tinto casi todo está permitido, suelen tomarse con carnes asadas o a la parrilla, con vinos rosados se suele optar por comidas mas bien mediterráneas y ligeras, y con un vino blanco nos orientamos a pescados, mariscos y aves. Estos tres “matrimonios ideales” son fruto de la historia y las costumbres y están basados en tres principios fundamentales: Color, Densidad y Aromas.