Si vas a preparar unos aperitivos con frutos secos, aceitunas o algún otro encurtido, nuestra recomendación es que los tomes junto a un vino suave que genere contraste con el sabor ácido y salado de estos entrantes.
Una opción ideal puede ser El Coto Semidulce.
Este tiene aromas a piña y cítricos propios de la uva Chardonnay y le dará el toque dulzón al picoteo.
Si prefieres un vino algo más seco, también puedes optar por un vino El Coto Selección Viñedos Sauvignon Blanc.
Los quesos tiernos maridarán mejor con vinos blancos y los curados mejor con vinos tintos crianza como El Coto Crianza o 875 m Tempranillo.
Los quesos azules, mejor con tintos jóvenes para compensar la intensidad del sabor.
Las ensaladas y los platos de verduras van genial con vinos que tengan un toque ácido, como los blancos o los rosados.
Una buena opción es El Coto Rosado de uva tempranillo y garnacha.
Su sabor fresco marida a la perfección con este tipo de recetas.
Sin duda, el mejor vino para el marisco es el blanco.
Aunque, también puede maridar bien con rosados que tengan un toque ácido.
En nuestro caso, te recomendamos 875 m chardonnay fermentado en barrica, por su marcada untuosidad o El Coto Blanco, ¡acertarás con ambos!
La pasta se puede cocinar de formas muy diferentes, acompañada con otros alimentos y salsas muy variados.
Por eso, la clave para maridar bien este plato será fijarse en su sabor predominante.
En el caso del arroz, pasa algo parecido que con la pasta.
Si hablamos de arroces marineros o paellas de mariscos, lo mejor combinación serán los vinos blancos secos, como El Coto Blanco, un vino con toques cítricos y muy fresco ideal para una paella con mucho sabor a mar.
En el caso de los arroces con carne también va muy bien un vino tinto como 875 m Tempranillo.
Cuando se trata de pescados blancos cuya receta no tenga mucha elaboración, la mejor opción sí que serán los vinos blancos.
Sin embargo, si el pescado blanco está elaborado en guiso o con salsas, admitirá un vino más potente como el rosado o el tinto.
Para carnes blancas como el pollo se puede optar por vinos blancos o tintos suaves, dependiendo también del resto de ingredientes que lleve la receta.
Sin embargo, para aves de caza como el pato o el pichón, es mucho mejor optar por un vino más potente como nuestro Coto Real Reserva o Coto de Imaz Gran Reserva.
La carne roja se marida, por excelencia, con vinos tintos crianza, reserva o gran reserva, cuyo sabor potencia el de la carne.
Pero ¿quién ha dicho que no funcionen bien con blancos?
Por ejemplo, nuestro Coto Imaz Reserva Blanco, gracias a su complejidad aromática y su untuosidad, es ideal para acompañar a caza, carnes rojas y ternera.
Un semidulce como el nuestro es ideal tanto para los postres más dulzones como para los que tengan un toque ácido por la fruta o amargo por el cacao.