Si se está pensando en un vino de acuerdo con la comida que se quiere servir, es importante tener en cuenta que el vino que se escoja debe lograr que ambos se complementen, esto implica que deben tener un nivel de cuerpo y peso al menos similar.
Existen ciertas reglas generales a la hora de elegir un vino que dan cuenta de que los vinos blancos y sobre todo si estos son frescos, afrutados y jóvenes van bien con todo tipo de pescado y marisco, así como los tintos son recomendados para consumirlos junto con la carne.
Pero si somos más detallados, podremos definir de mejor manera cómo debemos maridar el vino con la comida, para así elegir correctamente.
El vino tinto Pinot Noir es una variedad que generalmente tiene poco color y posee niveles de tanino entre bajo y medio.
El vino tinto Cabernet Sauvignon es una variedad de uva negra que entrega vinos de colores profundos, niveles altos de taninos, junto con una acidez y aromas intensos.
El vino tinto Merlot tiene menos aroma, sabor menos intenso, taninos más ligeros y menor acidez que el Cabernet Sauvignon.
Otra variedad del vino tinto es la Carmenere, que se caracteriza por tener niveles medio-alto de cuerpo, de acidez y alcohol al igual que niveles altos de taninos.
El vino tinto Syrah es de color profundo, posee niveles medios o altos de taninos y una acidez media.
El vino blanco Chardonnay se caracteriza por variar considerablemente su estilo de acuerdo con el lugar en que se cultive, es de bastante cuerpo y una textura densa y cremosa.
El vino blanco Sauvignon Blanc es una variedad aromática de uva blanca, son vinos de intensos aromas a fruta y hortaliza, de acidez alta, de cuerpo medio y casi siempre son secos.
El vino blanco Viogner tiene la capacidad de producir vinos con cuerpo y carácter suave, aromas más naturales, entre los cuales están nota a melocotón, pera, violetas y minerales.
El vino blanco Semillón es un vino que generalmente se utiliza en mezclas con Sauvignon Blanc y es un blanco seco de poco cuerpo y nivel bajo de alcohol, pero una acidez alta.
El vino blanco Gewürztraminer posee un perfume intenso y puede ser seco, casi seco o bien de un dulzor medio, es de mucho cuerpo, niveles altos de alcohol y una acidez baja.