Nuestro país tiene 62% más de mar que tierra y cuenta con condiciones climáticas y territoriales privilegiadas que le permiten tener una gran variedad de peces, entre las más representativas por la cantidad de ingresos que generan, son el atún, la mojarra y el camarón. El panorama Agroalimentario 2019 reportó que, durante 2018 se produjo un volumen de 119, 297l t. de atún, 168, 359 t de mojarra y 230, 381 t de camarón. La CNP, es el instrumento que regula las pesquerías desde hace más de 15 años, establece el estado de salud de cada recurso pesquero, las medidas administrativas pertinentes para su aprovechamiento o recuperación. La producción anual pesquera de 2018, arrojó 2,159,649 t. de peso vivo, con un valor de producción de 41 mil millones 728 mil 466 pesos. El Inapesca define a la pesca como una actividad que produce alimentos y bienestar y que depende totalmente de su investigación para que sea continua, objetivo que requiere de fortaleza y disciplina para no pescar más de lo que la naturaleza provee, además de que se debe tener cuidado para mantener el equilibrio entre la producción natural y el aprovechamiento consciente del mar. La labor del Instituto es ver lo que no se puede ver a simple vista: ¿Cuánto pescado hay?, ¿Dónde está?, ¿De qué tamaño es?, ¿Cuándo es mejor capturarlo?, ¿Cuándo hay que dejarlo descansar? La labor de investigación aplicada en la pesca y la acuacultura está directamente vinculada al desarrollo y la sustentabilidad de este importante y productivo sector. Para responder a estas preguntas, se realiza investigación aplicada consistente en una intensa labor de campo, desarrollada a través de proyectos de investigación que permiten evaluar recursos pesqueros existentes y potenciales, lo cual beneficia directamente al sector pesquero y acuícola, del cual dependen más de 260 mil empleos directos y cerca de un millón de indirectos.