Prehistoria
Para encontrar esos inicios, hemos de remontarnos a la Prehistoria, y como suele suceder, cuanto más atrás vamos en el tiempo, más difícil es encontrar información, pero lo voy a intentar.
Aunque aún son necesarias más investigaciones con respecto a la cronología, algunas investigaciones hablan de la explotación de diferentes medios acuáticos ya en el Paleolítico, y sobre todo, en el Mesolítico, etapa de transición entre el Paleolítico y el Neolítico.
Tenemos constancia de que esta actividad es muy antigua gracias al hallazgo de utensilios para su práctica.
La pesca debió aparecer antes de la creación y posterior perfeccionamiento de dichos objetos por parte de nuestros antepasados, que primero capturaban a los peces con sus propias manos.
No obstante, los animales terrestres eran más frecuentes que los acuáticos en su alimentación, sin olvidar la importancia de los vegetales como base de la misma, por ser los humanos también animales terrestres y estar más familiarizados con este medio.
También nos llegan, desde épocas pasadas, leyendas e historias sobre pescadores; así como documentos que hablan de la pesca.
Como ocurrió con otros animales, los peces capturados también eran intercambiados por bienes, pero en un principio se pescaba con el fin de alimentarse y no como una actividad económica o de ocio, a diferencia del momento actual.
La búsqueda de agua llevó a las poblaciones a asentarse en lugares cercanos a ríos o lagos en los que se capturaban peces, si bien la pesca era una actividad secundaria o complementaria.
En algunas zonas, sobre todo las más cercanas a ríos y mares, dicha práctica ha sido, desde hace siglos, un motor económico, aunque los peces no eran trasladados demasiado lejos debido a la falta de medios para conservarlos.
Fue así en tiempos de los fenicios en el Mediterráneo.
Los propios fenicios y otras culturas como la griega, la romana o la mesopotámica preparaban y comerciaban con una salsa llamada garum, que se hacía a base de restos de pescado azul que se dejaban fermentar.