Un guiso es una técnica de cocción en la que los alimentos se cocinan lentamente en un medio líquido, que puede ser agua, caldo o salsa.
Los ingredientes, como carne, verduras y patatas, se cocinan a fuego lento, permitiendo que los sabores se integren a lo largo del tiempo.
Se caracteriza por el uso de abundante líquido en la preparación.
Los ingredientes se cocinan poco a poco, logrando una textura suave y un caldo sabroso.
Es una técnica ideal para platos que requieren larga cocción y permiten que la carne quede tierna.
El estofado es una técnica de cocción en la que los alimentos se cocinan en su propio jugo y con poca cantidad de líquido, generalmente a fuego lento y en un recipiente cerrado.
Esto permite conservar los sabores y nutrientes de los ingredientes, logrando una preparación más concentrada.
Mientras que en el guiso el líquido es abundante y suele quedar más caldoso, el estofado se caracteriza por un resultado más denso y sabroso.
La diferencia más evidente está en la cantidad de líquido: En el guiso, se utiliza abundante líquido, como agua, caldo o salsa, que cubre completamente los ingredientes y forma un caldo final.
En el estofado, se emplea muy poco líquido.