Para preparar esta guarnición es fundamental controlar el punto de cocción del arroz, para que los granos queden bien cocinados sin que lleguen a pasarse, y a la vez, queden bien sueltos.
Con el arroz blanco ocurre algo similar a otras recetas de cocina y es que existen diferentes maneras de prepararlo, todas ellas correctas y válidas, como sucede también con el arroz integral.
Luego ya podréis hacer lo que queráis con él, como hacer el clásico arroz blanco con tomate, añadirle un ajo o pensar en lo que más os gusta para saber qué echarle.
Se puede cocer en una cacerola destapada, en una cacerola tapada, con el agua medida o con agua abundante y después escurriendo o incluso con un electrodoméstico cocedor de arroz.
También se puede hacer arroz blanco en microondas o hacer arroz blanco en olla exprés.
Ahora os explicamos una forma sencilla que no falla, aunque como decimos, el arroz blanco también se puede hacer de otras formas.
Lo que sí dejamos claro es que esta receta funciona para hacer el arroz blanco redondo y corto tradicional.
Si queréis saber cómo hacer arroz basmati, la receta es otra ya que hay que ajustar algunos detalles.
Lo primero es lavar el arroz, para evitar que los granos tengan un exceso de almidón que hará que nos quede más pegajoso.
Al hacer esto, conseguiremos cocer el arroz en agua, y no en un agua almidonada y espesa que nos impediría conseguir un arroz blanco suelto.
Mientras lavamos el arroz cambiando el agua varias veces, ponemos un cazo con agua abundante y sal al fuego y lo llevamos a ebullición.
Cuando el agua ya está hirviendo, echamos el arroz y removemos bien para que no quede en el fondo.