Las natillas son parte de nuestra gastronomía, del imaginario gastronómico español.
Una receta de siempre y cuyo origen, casi desconocido, se liga a la repostería típica de monasterios.
Y solo hay que ver los ingredientes para darte cuenta de que tiene una razón lógica: ingredientes muy comunes y baratos.
El regimen de austeridad y la falta de acceso a ingredientes de otra índole, hicieron que se desarrollara una repostería a base de ingredientes de origen animal (lácteos y huevos) que, con variaciones de cantidades, dieron lugar a muchas de las recetas que repetimos en nuestro día a día.
Las natillas de vainilla son las originales, las de siempre, las que nuestras madres y abuelas nos hacían en casa.
Una receta con muy pocos ingredientes, austera, pero fabulosa que triunfa allá donde vaya.
Además, es la base de muchas de las recetas que más nos gustan, como la tarta de la abuela, el goxua, la crema catalana...
Uno de los postres de siempre y que todavía no había compartido con vosotros: Natillas de Vainilla.
¡Un clásico que nunca falla que es perfecto en cualquier época del año!
¡Tenéis que probar la receta!
Os animo a que las hagáis en casa.
Es el típico postre que sale siempre bien y con el que tus amigos y familiares disfrutarán de un fin de fiesta fantástico.
Yo soy de los que las come con la galleta blandita... ¡No sé si sois de los míos!
Os dejo la receta y espero que la practiquéis en casa y me contéis cómo os ha quedado.
¡Disfrutadla!