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Receta de albóndigas caseras

Luis Vega
Luis Vega
2025-10-17 16:55:44
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Las albóndigas son un plato común en muchas gastronomías del mundo. Albóndigas en España, «polpette» en Italia, «köttbullar» en Suecia, «köfte» en Turquía o «keftas» en Marruecos, por ejemplo. Son todos equivalentes de una receta que, da igual la cultura, por lo visto siempre gusta: una bola de carne picada, aderezada con aromáticas y acompañadas de una salsa en la que cada uno pone su sello distintivo. En España tenemos varias formas de elaborarlas: con tomate, salsas a base de verduras o incluso bechamel o cremas de setas. Cada región tiene su preparación y, dentro de cada región, cada hogar tiene su truco. Tenemos una infinidad de variedades para acompañar estas bolitas de carne que gustan a todos. Variedades que están abiertas a la infinidad de nuestra imaginación y creatividad en la cocina, porque en realidad podemos hacer la salsa como más nos guste o aprovechando restos de verduras e ingredientes que tenemos que gastar. Aunque la más típica y fácil es la que vamos a hacer hoy: un sencillo sofrito de cebolla, zanahoria y pimiento y aromatizado con laurel y azafrán. Esta mezcla aromática resalta los sabores de las albóndigas y hará que sean un triunfo asegurado. Es una receta de lo más sencilla, pero tiene un truco fundamental si queremos que no nos queden secas: la incorporación de miga de pan en lugar de pan rallado para lograr una jugosidad inigualable. La miga de pan, previamente remojada en leche, agrega humedad y suavidad a la carne, dando como resultado unas albóndigas tiernas y jugosas. A diferencia del pan rallado, que puede absorber demasiado líquido y resultar en albóndigas secas, la miga de pan asegura que cada bocado sea jugoso y sí se realcen los sabores y las texturas. Las albóndigas caseras son una joya que encarna la calidez del hogar y la tradición culinaria.
Arnau Burgos
Arnau Burgos
2025-10-07 05:32:49
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Creo que llegar a casa de la abuela y ver un plato de albóndigas con las patatas fritas empapadas en la salsa es un manjar de dioses. Las albóndigas caseras es una de las recetas más típicas de las abuelas o de las madres, esta receta que os voy a dar es la receta de mi madre, que imagino que la habrá heredado de mi abuela. Es muy sencilla de hacer pero seguro que os salen genial. Van acompañadas de una salsa fácil para albóndigas y creo que esto marca muchas veces la diferencia al igual que una buena carne de calidad para las mismas. El acompañamiento perfecto para las albóndigas en salsa son las patatas fritas, ¿o no? Nos freímos unas patatas y a comer unas deliciosas albóndigas de la abuela.

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Nora Rael
Nora Rael
2025-10-07 03:35:23
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A mi familia y a mí nos encantan las albóndigas. Tanto las clásicas como las albóndigas de ternera con salsa oscura de mi madre cuando las queremos hacer de carne, como las albóndigas de salmón o las ricas albondigas en salsa de almendras cuando las queremos de pescado, todas son siempre bienvenidas. Últimamente, estas albóndigas de ternera en salsa al Jerez con verduras son las que más preparamos, porque su sabor es incomparable. El secreto para hacer esta preparación es comprar una buena carne, pedir al carnicero que nos la pique en el momento, -una sola vez- y preparar la receta con todo el cariño. Comenzamos preparando la mezcla de carne con la que las vamos a elaborar. Para ello usamos un bol de buen tamaño y allí vamos incorporando la carne picada, el diente de ajo picado hasta ser una pasta, el huevo, la miga de pan mojada en leche, las hierbas aromáticas y las especias. Formamos las albóndigas, las enharinamos bien y las freímos en aceite de oliva, procurando que se hagan solamente por la parte exterior. Luego se terminarán de cocinar en la salsa. Una vez fritas, las reservamos para comenzar con la elaboración de nuestra salsa de verduras al Jerez. En el mismo aceite donde hemos dorado ligeramente las albóndigas, pochamos la cebolla, el tomate y el puerro, dejar que se hagan lentamente sin apenas tomar color. Cuando todo esté bien blandito, agregamos un vaso de caldo de verduras, una copa de vino de Jerez, preferiblemente Oloroso y un par de cucharadas de carne de pimiento choricero, removiendo hasta obtener una salsa. Reincorporamos las albóndigas a la cacerola y dejamos que el conjunto cueza durante diez minutos. Si podemos hacerlas de un día para otro, estarán aun más ricas porque con el reposo, los sabores se asientan e intensifican.