La respuesta es compleja.
Por un lado, la función principal de esta agencia desde sus orígenes ha estado más centrada en el espacio, pero eso no significa que no haya participado en misiones oceánicas en colaboración con la NOAA y el USGS, entre otros.
Por otro lado, la exploración espacial capta nuestra atención más que la investigación oceánica.
Se puede argumentar que hasta mediados del siglo XX los océanos tenían una fascinación igual, si no mayor, para el público en general, pero la carrera espacial del siglo XX desencadenó una mayor financiación para la exploración espacial y resultó en una mayor divulgación.
En 2017, The Nippon Foundation y General Bathymetry Chart of the Ocean (GEBCO) se unieron en un momento en el que la necesidad de cartografiar el 70 % de la superficie azul de la Tierra era cada vez más urgente y, en ese momento, solo se había cartografiado el 6 % con una resolución adecuada.
La ausencia de topografía submarina detallada estaba obstaculizando nuestra capacidad de gestionar los recursos marinos de manera sostenible y proteger las comunidades costeras de todo el mundo.
Consciente de ello, Yohei Sasakawa, presidente de The Nippon Foundation, lanzó el ambicioso Proyecto Seabed 2030 en colaboración con GEBCO en la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos celebrada en Nueva York.