Cocinar a la parrilla es un arte antiguo que, aunque ha cambiado poco, sigue siendo el mejor método para disfrutar de una buena carne a la brasa.
El Secreto del Dorado Perfecto
Para triunfar en la parrilla, necesitas calor radiante.
El gas calienta, pero no dora.
El truco está en el calor radiante, que es lo que te da ese dorado espectacular.
Las brasas no huelen, pero si les echas unas hierbas aromáticas como romero o tomillo, el humo que producen será delicioso y le dará un sabor increíble a la carne.
No basta con subir la parrilla, necesitas crear dos zonas de calor diferenciadas.
Así tendrás una gran diferencia de temperatura y calor radiante.
Si las brasas están demasiado fuertes, pon papel de aluminio sobre la parrilla para proteger la carne y reflejar el calor.
Con estos consejos, tu próxima barbacoa será la perfecta.