La tapa es un aperitivo de pequeño tamaño, acompañado de una bebida, y tiene una función muy clara: abrir el apetito de los clientes que visitan los bares. Una de las primeras teorías sobre el origen de este fenómeno se relaciona con el rey Alfonso X El Sabio. Según cuenta la leyenda, el médico que atendía al monarca le recetó beber vino para curarse de una enfermedad. Un aspecto curioso de esta situación es que, para evitar que el alcohol le afectase, el rey tomaba pequeños bocados de comida. Los Reyes Católicos, posibles descubridores de la tapa. La primera historia cuenta que los encargados de las tabernas estaban obligados a servir, con la bebida, un plato de comida. La segunda teoría apunta a que el concepto de ‘tapa’ podría haber aparecido en un viaje de los monarcas, dos de los más grandes de nuestra historia. Felipe II, otra de las leyendas que vinculan el nacimiento de las tapas con la Casa Real tiene que ver con este monarca. Alfonso XIII, la versión más reciente del origen de las tapas.